Radio Omega te quiere contar…

Siempre hay una historia para contar. Mientras exista la necesidad de comunicarse, no se perderá el lenguaje y, en nuestro caso, la lengua hablada. Y allí vamos, marchosos, a tratar de asir las palabras antes que se las lleve el viento, reinterpretarlas e intentar desentrañar lo que quiso decir pero no dirá, lo que tal vez sea pero quizás no, lo valioso, lo verdadero.

Ah, sí, las palabras. A ellas apelamos en la búsqueda diaria de lo acontecido. Buscamos verbos para darle dinamismo, sustantivos para saber de qué hablamos y con los adjetivos… somos cuidadosos, ya que con ellos movilizamos emociones o podríamos estigmatizar.

Buscamos expresarnos con un estilo claro y ordenado, caracterizado por su simplicidad, sin dejarnos tentar por expresiones soeces o groseras.

Nos sometemos permanentemente a un dualismo sustancial entre el pensamiento y lo prosaico. Entre la verdad absoluta y nuestro punto de vista. Los imperativos hipotéticos “deberás decir”, nos complican pues lidiamos también con la prudencia.

Este mundo que intentamos descifrar es complejo… pero igual vamos en su búsqueda.

Imagino que quien esto lee estará intentando entender qué quiero decir. Buen punto.

Este ha sido el norte de Radio Omega desde que lo caminó junto a Diario La Opinión y con “Oso” Sánchez como su histórico conductor periodístico.

Omega fue la brisa fresca de Roberto, mi hermano. Omega fue la hermana pequeña, mimada y consentida. Omega nos llenó de sonidos y acompañó el duro traquetear de la rotativa. Omega es confiable, es creíble. Omega fue el principio -pero no el fin- de la frecuencia modulada en Trenque Lauquen. Omega es todo esto y mucho más.

Y porque creemos que Héctor “Oso” Sánchez va a ser un buen capitán encaminándola a los mejores puertos, es que hoy la dejamos en sus manos. El “testigo” de esta posta se lo pasamos a un gran profesional con mucho entusiasmo y espíritu de progreso. Para él todo nuestro apoyo y para nuestro oyentes, a todos, gracias.