Ubicado en calle Carmen Granada 1577

“Pastelería Tony”, un comercio del sur de la planta urbana que es visitado por todo Trenque Lauquen

Es un proyecto familiar que nació hace cuatro años y, desde ese momento, no ha dejado de crecer. “Nunca pensamos que íbamos a tener la gran demanda que tenemos de las distintas elaboraciones que realizamos”, comentó a La Opinión Antonio Morales, titular de este emprendimiento.

Fue un año antes de la aparición de la pandemia que tanto complicó la vida de todos cuando comenzó a gestarse este emprendimiento familiar que, con el correr de los meses y de manera natural, fue creciendo hasta pasar de ser un servicio de delivery de productos de panadería a contar con un local que en la actualidad es visitado, diariamente, por familias de todo Trenque Lauquen.

La calidad y variedad de los productos ofrecidos fueron la razón para que este comercio creciera de manera sorpresiva y se instalara en la ciudad como una referencia a tener en cuenta a la hora de querer disfrutar de una elaboración exquisita.

La Opinión dialogó con Antonio Morales quien, junto a su compañera Fernanda y su hija Lourdes, se encuentra al frente de “Pastelería Tony”, nombre adquirido también naturalmente gracias a la propia clientela que se sirvió del apodo de su propietario para bautizar esta iniciativa comercial.

Comienzos

“Este proyecto comenzó un año antes de la pandemia, hace ya cuatro años, cuando arranqué yo en el garaje de mi casa a elaborar budines para luego vender en la calle y la gente sentía el aroma, venía, golpeaba y preguntaba qué se estaba haciendo y compraba. Así arrancamos, en el garaje de mi casa que ahora está refaccionado para poder trabajar y atender mejor a los clientes”, contó Antonio entrevistado por este medio.

Asimismo, agregó que “este es un proyecto familiar y la verdad que nunca pensamos que iba a pasar esto, que íbamos a tener la gran demanda que tenemos de las distintas elaboraciones”.

El comerciante contó que ya conocía el oficio de panadero antes de esta nueva experiencia. “Cuando vine a Trenque Lauquen en 2004 vine para trabajar en una panadería –recordó-. Hoy estamos muy contentos y asombrados por el gran apoyo de la gente, cómo nos sigue, cómo les gustan y cómo se recomiendan nuestros productos. Por ejemplo, la torta ‘80 golpes’ es un furor bárbaro de la misma manera que los pasteles y las tortas fritas. Nosotros hacemos tortas fritas todos los días del año, no como en otros lugares que sólo se hacen los días de lluvia. Nosotros las tenemos incorporadas en el menú diario porque es una demanda permanente por más que haya sol y sea verano. Esos productos son los que más nos representa a nosotros”.

En pandemia

Consultado sobre cómo se transitó la llegada de la pandemia, principalmente en aquellos primeros meses de cuarentena estricta, Morales recordó: “Nosotros arrancamos con servicio de delivery antes de la pandemia, un servicio que sirve para encontrarse con el público porque nosotros estamos muy lejos y, cuando empieza la pandemia, nos agarró con el delivery incorporado, entonces la época de pandemia pudo sobrellevarse de esa manera porque la gente no podía salir o las personas estaban aisladas. Es decir que, dentro de todo lo malo, pudo transitarse bastante bien y hacernos conocidos en la ciudad”.

El entrevistado no duda en afirmar que “el balance en estos cuatro años es muy positivo. Para mí que fui empleado siempre, poder estar a cargo de mi propio emprendimiento es muy positivo. Y el objetivo nuestro no es ser ni empresarios ni crecer desmedidamente abriendo sucursales por todos lados, sino sobrellevar bien nuestra economía familiar. Tenemos cinco hijos y trabajamos para que nos alcance para los gastos cotidianos. Además, se labura mucho y se disfruta mucho también”.

Buen presente

Fernanda, quien junto a Antonio y su hija Lourdes, trabaja diariamente para poder responder de la mejor manera a la demanda de su clientela, también se refirió a la grata sorpresa que generó la buena respuesta de la gente. “Nos sorprendió muchísimo, no pensábamos que al estar tan lejos del centro nos iba a ir tan bien. También teníamos miedo porque nosotros no empezamos así como estamos hoy, esto fue creciendo en todo sentido, teníamos solamente un garaje y abríamos la puerta porque la gente se fue enterando que vendíamos algo y golpeaba. Fue muy de a poco y entonces nos dio un poco de miedo no tener otra cosa y vivir sólo de esto. Se fue dando naturalmente y eso es lo que te sorprende. El miedo era también que la gente no venga porque le quedaba muy lejos, pero no fue así. Hoy estamos cómodos trabajando acá y estamos instalados en la ciudad. Ahora hay que seguir”.

De la misma manera, contó que es la propia clientela la que les solicita la elaboración de determinados productos. “‘Por qué no hacés rosquitas’ o ‘por qué no hacés algún otro producto’, nos pregunta la gente. Es ahí cuando uno va tomando coraje y empieza a hacer cosas nuevas. Al principio era hacer un comercio pensado para el barrio, pero después se fue dando de esta manera y nos compran desde distintos puntos de la ciudad”.

Y tal fue la buena repercusión de este emprendimiento nacido en el sur de la ciudad que Antonio recordó que “ni el nombre teníamos pensado. Mi nombre es Antonio, pero me dicen Tony. La gente empezó a decir la ‘pastelería del Tony’ y ahí surgió el nombre del negocio. Es decir que la misma gente le puso el nombre al negocio”.

Dólar e inflación

Respecto de cómo afectan a su negocio los constantes altibajos que presenta la economía nacional, Antonio tiene una idea muy precisa sobre cómo actuar ante estas adversidades: “Nos vamos adaptando a la situación porque no podemos renegar con nada de eso. Es lamentable, pero no se puede renegar. Son gajes del oficio y hay que remarla. Nosotros laburamos todos los días del año, nos levantamos a las 5 de la mañana y terminamos de trabajar a las 5 de la tarde”.

Por último, el panadero destacó a la gente de la ciudad y a la ciudad misma. “Nosotros somos de Bolívar y estamos muy felices de estar en Trenque Lauquen, hace 18 años que estamos acá y estamos muy felices por la manera que nos cobijó Trenque Lauquen, además como ciudad es hermosa. Hemos conocido otras ciudades y vemos que es la mejor, aunque se quejen de lo malo, no se compara con lo malo que tienen otras ciudades. Ya nos sentimos de Trenque Lauquen, tenemos hijos nacidos acá”, comentó.

Sobre el final, aseguró que, el objetivo a futuro es “mantener esto que hemos logrado y que la gente siga probando los productos hechos por nosotros. Es lo que yo siento en este momento.  Hoy se labura para el día, los productos son frescos y el objetivo es que la gente los pueda degustar. Y queremos seguir así”.

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