Martín Urbaneja deslumbra a crítica y público con su nuevo trabajo

Con marcado suceso, en el off porteño transcurre, en el mítico Teatro del Pueblo, la temporada de “Mongo y el ángel”, obra escrita por el dramaturgo Héctor Oliboni, dirigida por Marcelo Velázquez y protagonizada por el reconocido actor local, quien está acompañado en escena por Silvina Katz y Bautista Duarte.

Una vez más, el actor trenquelauquense Martín Urbaneja vuelve a sorprender gratamente con su labor artística la cual, lejos de pasar desapercibida, se destaca inmensamente y es reconocida a nivel nacional. En esta oportunidad, lo hace siendo protagonista, junto a los actores Silvina Katz y Bautista Duarte, de la obra “Mongo y el ángel” la cual se está presentando por estos días en el mítico Teatro del Pueblo (Lavalle 3636, Buenos Aires).

Cabe informar que esta producción teatral fue escrita por el dramaturgo Héctor Oliboni y es dirigida por Marcelo Velázquez.

“Es estupendo el trabajo de composición de Martín Urbaneja, irreconocible en su caracterización. Un actor profundo, sensible y siempre sorprendente”, expresó la crítica especializada entre muchos otros elogios a la siempre distinguida actuación de este inmenso artista local.

La historia

“Mongo y el ángel” cuenta la siguiente historia: En las calles de la ciudad, entre desperdicios y basura, se esconden todo tipo de personajes, a quienes muchas veces la gente les pasa por al lado sin siquiera mirarlos. Son casi parte de un paisaje decadente en el cual la miseria es moneda corriente. Gente que vive en la extrema pobreza, que no tiene prácticamente nada, pero que a partir de las duras vicisitudes que les han tocado atravesar cuentan con una gran historia de vida.

Tres personajes marginales y entrañables, Mongo, Pino y Liliana, construyen un necesario encuentro desde sus soledades más profundas. Sus vidas transcurren a la intemperie, entre los despojos, mendigando comida y afecto. En las cercanías de un teatro cerrado, estos seres invisibilizados y sin voz existen en el desamparo y en la hostilidad de la calle. Están ahí multiplicándose día tras día en este presente y nos devuelven, como un espejo, la imagen de lo que no querríamos nunca llegar a ser.

“Mongo y el ángel” nos sumerge, también, en un mundo de creencias que posibilita la aparición de lo mágico en el que los personajes esperan que algo mejor suceda: un milagro. En tiempos oscuros, lo angelical atraviesa la obra y nuestras vidas humanas como la esperanza de lo que está por venir.

Un gran trabajo

Como ya fue señalado, la crítica especializada ha resaltado el valor de la obra, su dramaturgia, su dirección, las actuaciones y ha destacado el gran trabajo del trenquelauquense Martín Urbaneja en una actuación atípica por su despliegue corporal, vocal y lo irreconocible que se encuentra en escena.

“Estoy muy contento con el resultado del espectáculo, fueron varios meses de mucho trabajo y exigencia, ahora disfrutando de las funciones, de compartir el escenario con mis compañeros, de poder hacer y decir este texto noche a noche, un texto duro pero esperanzador, vital, lleno de fe”, expresó Martín Urbaneja en contacto con La Opinión.

El actor comentó que “he ido desarrollando un gusto por esos personajes marginales que muchas veces están al costado de la historia. Impregnados de melancolía, quebrados o rotos pero al mismo tiempo con un impulso esperanzado por continuar, con una necesidad voraz de encontrar siempre una salida. El teatro como una forma de vivir de otra manera, de pensar el mundo de otra manera. El teatro es el lugar de las bestias, de la alegría, del dolor, de la venganza contra la realidad”.

Equipo de lujo

Urbaneja señaló que “Marcelo Velázquez dirigió este material y a nosotros con mucha humanidad, amorosidad y libertad, y supo rodearse de un equipo de lujo: Lucas Suryano en asistencia de dirección, Ariel Vaccaro en la escenografía, Fernando Laub en la música original, Ale Le Roux en el diseño de iluminación, Paula Molina en vestuario y caracterización, además de Cristina Sisca en la producción ejecutiva y Laura de KassPress en prensa y comunicación”.

Por último, expresó: “¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que podremos hacer milagros y que no los haremos, porque será más real imaginarlos? decía Borges y en estas palabras resume el espíritu de nuestro espectáculo”.