Los últimos incendios forestales fueron causados “más por negligencia que por causas naturales”
Hubo una importante seguidilla en el distrito
Desde Bomberos Voluntarios de Trenque Lauquen se informó que “por lo menos las últimas diez salidas” se dieron por esta causa. La sequía no ha impactado tanto como la mano del hombre.
En las últimas dos semanas ha habido una importante cantidad de incendios forestales en el distrito de Trenque Lauquen y a partir de lo que muchos atribuyeron a la sequía como una de la sus principales causas, desde Bomberos Voluntarios se advirtió que los siniestros se deben más a ciertos descuidos de quienes trabajan en los campos que a efectos naturales provocados por el clima.
La Opinión dialogó con Sebastián Bentrovado, Segundo Jefe del cuerpo activo local de Bomberos, quien explicó que “últimamente los incendios a los que la institución ha asistido ocurren más por negligencia de la gente que está cosechando, que por causas naturales, es más descuido que otra cosa”, afirmó.
En este marco, explicó que “lo que está pasando es que muchas veces la máquina tiene un desperfecto cuando están cosechando y, para que no se les prenda fuego, se opta por tirar el cereal al medio del cuadro y ahí las llamas se propagan por el campo”. “Por lo menos en las últimas salidas por este tema siempre ha estado involucrada una máquina cosechadora o algún tipo de máquina con la que se está trabajando en el campo. Es muy raro que en esta época del año arranque el incendio solo. En el verano, con algún vidrio puede ser que inicie, pero en los últimos incendios hemos ido por estos descuidos”, afirmó.
Complicaciones
En el mismo sentido, Bentrovato contó que “los últimos diez servicios forestales, por lo menos, fueron por eso, por negligencia de la gente que está trabajando en el campo, ninguno de éstos se inició por causas naturales”. “No ha habido tormenta así que los rayos no afectaron y en el verano sí puede haber algún vidrio, alguna botella y a veces se inicia por eso. Pero en esta época del año con el sol que tenemos no se producen esos incendios. Y las últimas veces que hemos ido a los campos grandes es porque están cosechando, ha tenido un desperfecto la máquina y, o se ve afectada directamente la máquina y a su vez el campo o se dan cuenta a tiempo y tiran el cereal afuera de la máquina para que no se les prenda fuego toda la máquina y luego no lo pueden parar”, comentó.
Siembra directa
Bentrovato también señaló que otra cosa que no ayuda es que ahora se trabaja mucho por siembra directa. “Antes se araba, quedaba la tierra pelada y arriba sembraban. Ahora, como hacen siembra directa sobre el mismo rastrojo o sobre el mismo yuyal que quedó de la siembra anterior, el campo está mucho más sucio y nos cuesta mucho más apagar los incendios, porque al tener tantas capas de pasto es mucho más difícil que el agua penetre y apague las llamas. Más de una vez hemos tenido que emplear muchos más recursos y agua para lo que antes era mucho más sencillo de solucionar. Esa es la problemática que hoy tenemos. El clima no ayuda, la sequía no ayuda y los incendios de pastizales son bastantes más graves y llevan muchos más camiones, mucha más gente y muchas más horas de trabajo”, explicó.