¿Lo recuerda?: Ud. es dueño, de una de las empresas más grandes de Trenque Lauquen y la región: la Cooperativa de Electricidad

Como dueños de la Cooperativa, resulta importante que la defendamos y reiteremos con claridad y contundencia que nuestra Cooperativa presta servicios, respetando las Leyes. Como en todas partes del mundo, las Cooperativas nacen a partir de personas animadas por una necesidad, que se asocian voluntaria y libremente, con el fin de lograr solucionar esa necesidad, aportando su esfuerzo y ayudándose mutuamente.

Por Carlos Alberto Rey

Asociado Nº 6750

 

Como dueños de la Cooperativa, resulta importante que la defendamos y reiteremos con claridad y contundencia que nuestra Cooperativa presta servicios, respetando las Leyes. Como en todas partes del mundo, las Cooperativas nacen a partir de personas animadas por una necesidad, que se asocian voluntaria y libremente, con el fin de lograr solucionar esa necesidad, aportando su esfuerzo y ayudándose mutuamente.

No permitamos que se afecte nuestra imagen y nos confundan.

Abajo, algo sobre las nuevas facturas, con nuevas tarifas.

En Defensa de las Cooperativas:

Informes: Hace pocos días, se publicaron informes sobre “cooperativas” registradas en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, INAES. Sabíamos de su existencia, pero los informes nos asombran en sus detalles. Por ejemplo, que en 2023 superaban las 12.000 (¡51% del total!), que dos tercios no presentaron memorias y balances, ni actas de Asambleas, que muchas repiten domicilios, consejeros, correos, etc..

No es la primera vez que el nombre de “Cooperativa” es usado con fines ajenos al de nuestras empresas solidarias (y con fines no claros). Pero que, el que tiene que fiscalizar su funcionamiento, las autorice, no las controle y aparezca complicado en el tema, es preocupante.

Cuando se anunció el “programa de Cooperativas sociales, tendientes a combatir la pobreza y la inequidad social”, por nota en La Opinión, lo compartimos y consideramos importante “…que la gente tenga trabajo y se organice socialmente…”. Pero “consideramos un deber, expresar nuestra preocupación ya que -nuevamente- se está usando mal el concepto de Cooperariva, pese al loable fin de tratar de solucionar los problemas de quienes viven en la pobreza”.

Mientras se investiga: Hay claras relaciones entre autoridades y esas cooperativas. Y mucho dinero otorgado (El año pasado, 281 cooperativas investigadas, recibieron fondos por $ 17.183 millones…). Esperamos los resultados de las investigaciones que se hagan. En defensa de nuestra imagen de Cooperativas que respetan la Ley y trabajan en beneficio de todos sus asociados, que son sus dueños.

 

Las nuevas tarifas

 

Aumentos: Las facturas de la energía eléctrica distribuidas por nuestra Cooperativa, llegan a los asociados-usuarios con valores significativamente mayores. La eliminación o disminución por etapas, de subsidios a nivel nacional, provoca un importante aumento de los cuadros tarifarios aprobados a nivel provincial.

De acuerdo a la Ley, los servicios públicos son facturados a los usuarios, aplicando tarifas justas y razonables, aprobadas por el gobierno.

En nuestro país hemos vivido varias etapas con “tarifas políticas”. Ni justas, ni razonables. Fijadas, en un primer momento, con fundamentos atendibles (emergencia económica) y que, pasado el tiempo, se mantuvieron provocando por un lado, conductas de consumo “barato”, que lo aumentan y por otro, no alcanzando para mantener el servicio, desmejorando su calidad y llegando a los cortes.

En varias oportunidades hemos mostrado nuestra oposición a este tipo de tarifas que provocan serios problemas a las Cooperativas, en su funcionamiento y al descontrol del consumo de energía, por parte de los usuarios. Es claro que lo barato, lleva a la cultura del derroche. Y alimentar ese derroche, requiere más generación e instalaciones y luego la necesidad de importar energía del exterior, más cara, como ha ocurrido.

 

Uso responsable

 

De la misma forma que leemos, que han disminuido las compras de productos de la canasta, en cantidad y calidad, corresponde recomendar el uso responsable de la energía.

Los “viejos” nacimos con “apagar las luces”. Los jóvenes -y no tan jóvenes- se han criado en el clima de “dejarla encendidas”, junto a los demás artefactos de uso común. Producto de lo “barato”.

Costará su tiempo acostumbrarnos a esta nueva situación. Pero más costará, no pagar las nuevas facturas. Y sus consecuencias.