El ojo del tiempo

“El ojo del tiempo” repasa la historia a través de las Efemérides, vocablo que proviene del latín ephemeris y que refiere a la existencia de una narración de hechos notables de cada día, de un “calendario”.

Hoy, el nacimiento de la revista “Las aventuras de Tintin” y el recuerdo imborrable de María Elena Walsh.

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El 10 de enero de 1929, Tintín aparece por primera vez en Le Petit Vingtième, suplemento infantil del diario belga Le Vingtième Siècle (el siglo veinte). Famosa historieta creada por el dibujante belga Hergé, Se calcula que se venden desde entonces más de 250 millones de álbumes en 40 idiomas. Ya desde la primera historieta a Tintín le acompaña un perro blanco llamado Milú. (Fuente: www.imer.mx)

Georges Remi, Hergé, es sin duda uno de los padres fundadores del cómic europeo. Precursor de la “línea clara”, su influencia aún puede verse en algunos de los más destacados creadores de la actualidad..
Dibujante y guionista belga nacido en 1907. Hergé es conocido mundialmente por ser el creador de Las aventuras de Tintín, un clásico del cómic y un icono de la cultura pop.
Hergé vivió una infancia marcada por la Primera Guerra Mundial. Aunque su primera formación fue laica, en la escuela municipal y en los Boy Scouts de Bélgica, debido a la presión del jefe de su padre, Hergé cambia de escuela en secundaria a un colegio religioso y abandona los scouts laicos por la Federación de Boy Scouts Católicos.
Aunque fue un estudiante brillante que dibujaba muy bien, nunca tomó clases de arte. Durante su juventud, comenzó a dibujar algunas ilustraciones e historietas que se publicaban en las revistas de los scouts. En 1926, Hergé crea su primera serie de historietas Las aventuras de Totor, jefe de la patrulla de los abejorros.
Tras acabar su formación secundaria, Hergé comienza a trabajar en Le XXème Siècle, un periódico ultraconservador y religioso. Tras realizar el servicio militar, en 1927, el periódico le emplea como aprendiz de fotógrafo e ilustrador.
El director de la publicación decidió incluir un suplemento para jóvenes, nace así Le Petit Vingtième, donde Hergé comenzó a desplegar su talento para las historietas.
En 1929, Hergé retoma el personaje de Totor, actualizándolo y cambiando algunas letras de su nombre. Lo convirtió en reportero y añadió un perro. Había nacido Las aventuras de Tintín.

Las aventuras de Tintín, un clásico del cómic

Tintín comenzó sus aventuras en la Unión Soviética, donde se enfrenta a los bolcheviques. El éxito inmediato de la serie, anima a Hergé a continuar con nuevas aventuras que situarán al reportero pelirrojo en el Congo. Tintín comienza a publicarse también en Francia y se inicia así una andadura internacional que abarca casi todo el globo.
En 1932, se lanza Tintín en América y la editorial Casterman tantea a Hergé para publicar sus álbumes completos.

Luces y sombras de Hergé
El talento y el estilo de Hergé para el dibujo es incontestable y la admiración que despierta no tiene dudas. Sin embargo, la temática de su obra es más polémica si la analizamos desde el punto de vista actual.
Aunque el personaje de Tintín lucha contra las injusticias de un modo valiente y decidido, una lectura actualizada de los textos de Hergé hace que el colonialismo, el paternalismo, el tratamiento de los personajes de otras razas o de las mujeres que encontramos en sus páginas sea, cuanto menos, una píldora difícil de tragar para el lector de hoy en día.
Otra de las sombras de la trayectoria de Hergé fue su decisión de seguir publicando durante la ocupación nazi de Bélgica, al contrario que muchos de sus compañeros que abandonaron su profesión, ya que la mayoría de los medios de comunicación estaban en manos de los nazis.
Durante esa época, Hergé huyó de los temas de actualidad, para evitar posicionarse y sus aventuras se centraron en búsquedas de tesoros, exploraciones de meteoritos y maldiciones incas. Ya no había visitas a la Unión Soviética.
Es en esta etapa donde Hergé desarrolla más a los personajes y aparecen el capitán Haddock y el Profesor Tornasol.
Aunque en Las aventuras de Tintín no hay un mensaje político ligado al nazismo explícito, su mensaje sí es decididamente conservador. Por ejemplo, Tintín en el país de los Soviets fue encargado por un reconocido fascista belga, para lanzar un mensaje anticomunista a los jóvenes.
Mas tarde, Hergé reconoció su error en el tratamiento de ciertos personajes y tramas, especialmente los de otras razas o religiones. En 1973, aseguraba en una entrevista: «Mi ingenuidad de aquella época rozaba la necedad, podríamos decir que incluso la estupidez».
En 1946, Hergé recibió el “perdón” social gracias al editor y combatiente de la resistencia Raymond Leblanc, que financió al dibujante y le apoyó públicamente para lanzar la revista Tintín.
La revista Tintín era una publicación semanal, que se convirtió en un éxito inmediato con una tirada de 100.000 ejemplares.
Tras varias crisis personales, Hergé se embarca en Tintín en el Tibet, posiblemente su obra más personal y su favorita de toda la serie. En 1961, 1966 y 1975 se publican las últimas tres historias de Tintín, a un ritmo mucho más sosegado y tranquilo.
Pero, tras 24 títulos, Tintín es ya un icono global que ha aparecido en diversos productos de merchandising y en películas de animación.
En 1983, Hergé fallece, dejando inacabada la última aventura: Tintín y el Arte-Alfa. El autor no quería que otro dibujante retomara al personaje y este último álbum se publicó a de manera póstuma como un conjunto de notas y bocetos.

Durante estos años la influencia de Tintín y el estilo de Hergé continúa presente, gracias a sus seguidores y a películas como la dirigida por Steven Spielberg. Hergé, sin duda, es un personaje complejo y su obra una cumbre del cómic europeo, aunque algunas de sus viñetas sea imposible no leerlas actualmente con una mirada crítica. (Fuente: www.laimprentacg.com/herge/)

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María Elena Walsh (Villa Sarmiento, 1 de febrero de 1930-Buenos Aires, 10 de enero de 2011) fue una poetisa, escritora, cantautora, dramaturga y compositora argentina, considerada como «mito viviente, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias».
El escritor Leopoldo Brizuela ha puesto de relieve el valor de su creación diciendo que «lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocchio; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia» (Fuente: wikipedia.org)

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María Elena Walsh fue una verdadera juglar de nuestros tiempos. Por recitar y cantar sus versos, pero también, cuando denunciaba subliminalmente diversas cuestiones sociales y políticas.
Revolucionó la relación entre poesía y niñez hasta convertirse en la principal cantautora de música infantil de la historia argentina, aunque sin abandonar la composición de temas dirigidos al público adulto.
Creó personajes conmovedores, como “Manuelita la Tortuga”, que inspiró la película Manuelita de 1999, dirigida por Manuel García Ferré. Generación tras generación sus temas son cantados por miles de niñas y niños.
Sus canciones “para grandes” fueron interpretadas por personalidades como Mercedes Sosa, Jairo y Joan Manuel Serrat. Pero además de escritora, fue compositora, cantante, dramaturga, guionista, traductora y actriz. Y su impronta trascendió las fronteras argentinas.

A los 15 salió su primer poema en “El Hogar”, la revista del diario La Nación. En 1947, un año antes de terminar el colegio, publicó su primer libro, Otoño imperdonable, que recibió el segundo premio Municipal de Poesía. Además, fue alabado por la crítica y por los más importantes escritores hispanoamericanos de la época.
A partir de allí su vida dio un vuelco: empezó a frecuentar círculos literarios y universitarios, y escribía ensayos. En 1949 viajó a Estados Unidos, invitada por Juan Ramón Jiménez. En la década de 1950 publicó Baladas con Ángel y, junto con Leda Valladares, se autoexilió en París. Con ella formó el dúo “Leda y María”: actuaron en varias ciudades como intérpretes de música folclórica, recibieron premios, el aplauso del público y grabaron el disco Le Chant du Monde.
En 1960 se produjo el cambio de destinatario y Walsh publicó su primer libro para chicos, Tutú Marambá, asumiendo la edición. Sus canciones y textos infantiles disparatados y sin moralinas trascendieron lo didáctico y lo tradicional.
En esos años 60 publicó, entre otros, los libros El reino del revés, Cuentopos de Gulubú, Hecho a mano y Juguemos en el mundo. En la década del 70 volvió al país y, en 1971, María Herminia Avellaneda la dirigió en el film Juguemos en el Mundo. También escribió guiones para televisión y los libros Canciones para mirar, Zoo Loco, Dailan Kifki y Novios de Antaño.
Siempre encontró maneras de contar (o denunciar) las contradicciones de la sociedad y la política, incluso en sus textos para niñas y niños, por ejemplo, en “El reino del revés”:

“Me dijeron que en el reino del revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.
Vamos a ver cómo es
el reino del revés,
vamos a ver cómo es
el reino del revés.”

Realizó además recitales unipersonales para adultos. En 1962 estrenó en el Teatro San Martín Canciones para mirar, que luego grabó con CBS. Al año siguiente estrenó Doña Disparate y Bambuco, representada muchas temporadas en Argentina, el resto de América y Europa.
Sus canciones para adultos tuvieron una repercusión enorme, como “Canción de Cuna para gobernante”, “El 45”, “Canción de caminantes”, y así también, las más interpretadas y emotivas, “Serenata para la Tierra de uno”:

“Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.”

Y “Como la cigarra”:

”Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,
pero me olvidé después
que no era la única vez,
y seguí cantando.
Cantando al sol
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.”

Sus artículos de opinión publicados abarcan desde la mirada viajera, la defensa de la mujer, la ausencia de políticas culturales, la denuncia de la censura en todas sus formas y el cuestionamiento del autoritarismo y los prejuicios.
Durante los años de dictadura censuraron insólitamente la canción infantil “El twist del mono liso”, además de “La cigarra” y “Gilito de Barrio Norte”. En 1979, escribió “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes” en el diario Clarín, que era una declaración de deberes y derechos del intelectual y un manifiesto en contra del silencio impuesto por el gobierno de facto. Esto le valió ser excluida del circuito oficial de radio y televisión.
En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires.
En 1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y, en 1997, el libro Manuelita ¿dónde vas? En 1996 publicó un artículo en respuesta al intento de la Comunidad Económica Europea de impulsar el proyecto de algunos fabricantes de computadoras de sacar la letra “ñ” de los teclados:

«La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente (…)»

Su último libro, Diario Brujo, es una recopilación de artículos de 1995 y 1999, algunos publicados y otros inéditos.
Toda su rebeldía, su desencanto, su oposición, su amor a la naturaleza y a las infancias han quedado reflejados en numerosos poemas, novelas, cuentos, canciones, ensayos y artículos periodísticos.
Falleció el 10 de enero de 2011 en Buenos Aires. (Fuente: www.bnm.me.gov.ar).