La historia de los submarinos nazis
Barcos varados, la tragedia de los hermanitos Vaquero, las leyendas
La historia de los submarinos nazis que emergieron en Mar del Plata en 1945, evocada la semana pasada, es rigurosamente cierta.
Pero mucho antes de ese invierno, hay memoria de hechos y decires sobre la presencia alemana en la cota atlántica.
Esto sin olvidar antes que estallara la segunda guerra un medio centenar de empresas germanas se radicaron en estas tierras manteniendo estrecho contacto con su país de origen.
El Graff Spee
El 17 de diciembre de 1939 el acorazado alemán Graff Spee, herido de muerte por el cañoneo inglés en la que llamó la Batalla del Río de la Plata, fue volado por sus propios hombres frente a Montevideo. La dotación fue traslada a Buenos Aires. El capitán, Hans Wilhelm Langsdorff, se suicidó tres días después y la tripulación fue trasladada al hotel de Sierra de la Ventana donde permanecieron dos años.
Indemnización
Para recordar: durante la primera guerra mundial los alemanes hundieron dos navíos mercantes argentinas: el Monte Protegido y el Toro, que transportaban insumos a distintos destinos. No hubo víctimas, pero la enérgica reacción del presidente Hipólito Yrigoyen obligó a Alemania a indemnizara la Argentina.
Qué vínculos había hacia 1945 entre los gobiernos de ambos países, no se sabe a ciencia cierta, pero los episodios de Mar de Plata no habría sido una sorpresa para el gobierno argentino. La guerra había comenzado en 1939 y recién el 26 de enero de 1944 nuestro país – hasta ese momento neutral- rompió relaciones diplomáticas con Japón y Alemania. Se sucedieron las expropiaciones de bienes alemanes. En esta zona, el ejemplo más cercano fue el de los campos que luego se transformaron en Colonia El Mate.
Secretos ¿a voces?
Los “se dice” de esos tiempos señalan avistajes de embarcaciones sospechosas detectadas desde San Clemente del Tuyú hasta Bahía Blanca.
Policías de Necochea, por ejemplo, ubicaron a un hombre que desde tierra hacía señales lumínicas a un submarino emergido. Lo llevaron a la comisaría; dijo ser alemán y artesano; nada más. Al otro día los policías volvieron a la playa y observaron huellas de pasos desde la costa hasta un camino de conchilla que llevaba a una estancia propiedad de… alemanes. También se distinguían señales como si hubiese tratado de bultos pesados.
Comunicaron la novedad a La Plata desde donde la orden del Jefe de Policía fue tajante: “Retírense, abandonen la búsqueda de alemanes.”
¿Sería o no sería?
En esos meses del otoño / invierno de 1945 Alemania sabía que sería derrotada (la capitulación se firmó el 7 de mayo) ¿Desembarcaron jerarcas nazis en las plácidas playas bonaerenses? ¿Uno de esos submarinos pudo haber traído al mismo Hitler? ¿Bajaron y arrastraron por la arena cajones con lingotes del oro arrebatado a judíos y gitanos, bajo la plácida mirada de las estrellas? Quizás…
Escasos datos corroboradles en las pampas, muchos en Bariloche o en Córdoba donde se radicaron numerosos alemanes. Historia conocida. En uno y otro lado hubo quienes juraron haber visto al Führer. ¿Era él, era un fantasma?
Travesías peligrosas
Mucho antes, fines del siglo XIX, por lo menos tres barcos civiles alemanes quedaron varados frente a lo que hoy es el Partido d la Costa.
El Ana de Hamburgo encalló el 1 de julio de 1891 frente a Punta Médanos Su capitán se llamaba Peter Peper.
Fue imposible que zafara la embarcación que con el tiempo y el paulatino retroceso del mar, quedó a unos 600 metros de la línea de la playa. Hasta mediada la década de 1960, fue atractivo turístico. Ya esas tierras eran una estancia cuyos dueños resolvieron desguazarlo por completo.
El Karnak
Era un barco mercante también de bandera alemana comandado por el capitán C. A. Larssen . Encalló el 23 de enero de 1878 a tres kilómetros al sur de Mar de Ajó.
Sus restos, atravesados en la playa, visibles hasta la década del ’60, fueron desapareciendo con el tiempo.
La Margaretha
La Margarita para los criollos, también de bandera alemana, varó la noche del 29 de septiembre de 1886 muy cerca de lo que hoy es Mar de Ajó. Era un barco mercante y sobre él se tejieron pintorescas historias y leyendas.
Se dice, por ejemplo, que llevaba mil toneladas de pólvora para Chile que estaba en guerra con Bolivia y Perú.
Dicen también que cuando los que vivían por la zona fueron a tratar de ayudar, los tripulantes se aterrorizaron pensando que eran indios o bandidos.
Hasta que llegó un francés que dirigía una compañía de teatro ambulante. El hombre –Bernardo de Miniolus- logró hacerse entender y que aceptaran el auxilio…
Decían también que El Margarita llevaba muchos toneles de buen vino que alguien se encargó de rapiñar y enterrar en los médanos cercanos. El viento cambió de lugar las dunas y no los pudo encontrar más. Pasaron los años, estaban haciendo una perforación buscando agua; habría perforado el montón de toneles y en vez de agua, brotó vino… Bendita imaginería popular.
También los más crédulos afirmaban que cada aniversario del naufragio de la Margarita, a la madrugada, se escuchaban lúgubres tañidos de la campana del pobre barco.
Encalló en su tierra
El Vencedor era un barco de carga de bandera argentina que sumó una tragedia a su varadura. Su puerto de destino era Necochea. Llevaba en la bodega dos camiones Ford, latas para envasar sardinas, hierro, bolsas de azúcar refinada, tambores de aceite, fardos de yerba marca Manola entre otros productos.
Entre el 23 y el 24 de abril de 1936 varó pocos kilómetros al sur de Mar de Ajó. Era comandado por el capitán Lorenzo Federico Nielsen.
Pocos meses después, tres hermanos apellidados Vaquero subieron al barco abandonado a jugar mientras la marea estaba bajo. No se dieron cuenta de la pleamar y no podían volver. El mayor que tenía 16 años logró llegar a tierra, pero el crecimiento del mar tornó imposible todo auxilio. Cuando bajó la marea y accedieron al casco de la nave, el más chiquito, 9 años, estaba muerto, helado y con los pies casi seccionados en algún intento desesperado para salvarse. El cuerpo del tercero de los hermanos, de 12 años, apareció dos semanas después frente a la costa de Santa Teresita.
Dato
Tras los naufragios del siglo XIX (hubo muchos más, incluido el llamado “barco de la galleta” sobre el que nada se sabe), se encaró la construcción del faro de Médanos.
Fue adquirido en Francia en 1890, lo armaron en 1891 y fue librado al servicio el 9 de julio de 1893. Tiene 68 metros de altura.
Por otra parte, la inauguración del canal de Panamá, en 1914, cambió la historia de las rutas marinas para los europeos. Ya no necesitarían ir hasta el estrecho de Magallanes para cruzar del Atlántico al Pacífico pasando por esas traicioneras costas bonaerenses.
Por Ana María Ford