Aquellos festivales

Por: Pepe Font, aviador

Memoria en vuelo – I (primera entrega)

De chico recuerdo algunos aviones volando alrededor de mi pueblo, Trenque, y planeadores muy primarios, con jóvenes muy entusiastas que contaban las maravillas de volar, de estar en la inmensidad del espacio, aunque estaban apenas elevados, 100-200-300 mts, algún planeador a 1000-1500 metros.

Hay que remontarse a 1903, los hermanos WRIGHT, bicicleteros, diseñan y logran volar con el primer avión  durante 16 segundos, de ahí, la industria aeronáutica produce una revolución: motores rotativos, motores  radiales en líneas opuestas, turbos comprimidos para ganar altura, turbinas ilimitadas hasta hoy, motores diesel y eléctricos, sumados a motores a combustibles sólidos, cohetes, nitrógeno, oxígeno sólido.

Hasta ahí, el hombre (expresión que interpreta cualquier persona, femenina, masculina, hetero..etc) había logrado elevarse con dirigibles (el Zepelin entre otros), no dirigibles, globos aerostáticos o con elementos muy primarios que desde lugares elevados lograban mantenerse en el aire, eran “planeadores” abiertos que con la aplicación del teorema físico de Bernoulli, lograban sustentabilidad y con ello se mantenían suspendidos, avanzando a alguna velocidad. Ahí nacen los planeadores OTTO, LILIENTHAL, uno de los precursores de esta modalidad de vuelo.

En Trenque Lauquen nace, años después, el club de Planeadores, toda una historia, para otro momento.

Entre los años 40 y 60, terminada la segunda guerra, las fábricas de aviones, se vieron en la obligación de reinventarse dejando de producir aviones de guerra o combate y armas para pasar a producir aviones de entrenamiento y transporte o desaparecerían.

EEUU, tiene una gran penetración en nuestro mercado, con aviones fabricados con nombres conocidos y desconocidos, Boeing, Farchail, Luscombe, Silvaire, Piper, Cessna, Ercoupe, Fleet, Stearman, planeadores Baby, primarios Yantar, Curtiss.

Por esas épocas se importaron gran cantidad de aviones que fueron a clubes o particulares y nació un movimiento aeronáutico muy importante. Una marca de yerba  contrató a Siro Comi que con su Wacco o Cessna 170, con humo escribía en el cielo “ YERBA SAFAG”. Previamente en el año 1927 había sobrevolado Trenque Lauquen en un Curtis Orion, Guillermo Hilcoat, con un periodista del diario La Prensa, Enrique Borzeti. Llega por primera vez Vittone a su campo en Trenque Lauquen.

La aviación local

Gastaldi, Tamagnone, Piombe, propietarios de algunos aviones, compraron una chacra  que después de 20 años, expropiada, se convierte en el aeródromo del Aeroclub o Ñanco Lauquen. Ahí hace 70 años atrás nace la verdadera aviación local.

Por un lado el Aeroclub, por otro lado el Club de Planeadores, próximamente historia, personas y aeronaves que participaron en estas instituciones.

Los festivales

Sobreviene el gran auge de festivales en todas las ciudades, la aeronáutica tiene una gran aceptación y los clubes realizan festivales, vienen aviones, acróbatas, paracaidistas, aviones de combate, aviones de transporte, planeadores de competencia de instrucción y se asiste por años a una gran muestra de actividad, que por un lado promueve la actividad aérea y por otro lado convoca a la sociedad a mirar estos artefactos que colocan a la humanidad donde no es común que se ubique: el aire.

Hubo muchos, los más próximos 1976-1980 y una gran ausencia hasta años 2004-2005-2006.

La historia reciente

Abril 2004: como sucede habitualmente, las instituciones son el reflejo de quienes las integran y con esto se deduce que hay picos de actividad y picos de descanso, picos de entusiasmo y picos de desaliento. Generalmente convergen además del entusiasmo, las condiciones que rodean el momento que generalmente está relacionado con la situación económica.

2004 era bueno para la zona. En esos tres años y a partir de una fiesta de fin de año con baile de odaliscas, se hace desde la comisión directiva un desafío que parecía un imposible “vamos a realizar un festival aéreo con todo”. Allí se forma, casi espontáneamente, un gran grupo con objetivos claros: festival, esfuerzo, orden, disciplina y el ingrediente fundamental que era “respeto por las normas aeronáuticas”.   Tener lo mejor y ofrecer lo más difícil para que todo salga bien “un festival grande” y la discusión sobre qué significaba grande, la cantidad de aviones o la cantidad de espectadores. Se decidió hacerlo grande.

Como pájaros en el aire

Ahí estaban, Vicky, Anahí; Verónica; Mónica; Francisco; Ruben; Marcelo, el otro Marcelo; Martín, Nino, Pucho, Carlitos, Jorge, Luis, Mario, Horacio, José Luis, Bruno, Carulo, Jorgito, Ruben, Juan Manuel, Hugo, Claudio Gustavo, Charly, Pepe..Y faltan los anónimos.

Y se contrató a Malatini, a Falistoco, a paracaídas de General Pico, de ala delta, de parapentes, helicóptero, vino el Bell 402 de Esteban, hizo vuelos bautismo, lo piloteaba Gustavo Brea, piloto oficial de la presidencia de la Nación, y de aviones con los locales del aero club, de Planeadores y privados. Vinieron aviones de Buenos Aires, los Aeroamigos en seis aviones-Paracaidistas en vuelos Tanden.

¡Fiesta, Fiesta! Alta acrobacia, magnífica, sin asumir riesgos. Fue bueno homenajear a Pepe Barroso, a Alberto Ballari (Villegas), a Raúl Goicochea a Américo Guerediaga.

2004, el primero  emoción, espectáculo, dedicación, vértigo, disciplina y experiencia.

2005– Otra vez semana de Abril. Buen tiempo-poco viento y con la experiencia del anterior se programó. Había un condimento especial; el Municipio, intendente Juan Carlos Font había pedido la participación de las entidades del pueblo para celebrar un nuevo aniversario. El Aeroclub de Trenque Lauquen, ofreció un paracaidista que aterrizara el Martes 13 en la calle Villegas, frente al mismísimo Palacio Municipal. Integrantes de su equipo de gobierno lo “convencieron” ya que en primera instancia el Intendente decía que era una locura. Todo organizado, martes, plaza llena, niños, paracaidista listo, avión para elevarlo, en marcha. Subirían 3000 metros y de allí se arrojaba, con luces de Zenón, y una gran bandera Argentina. Pasó de todo- Próxima semana continúa.