Quienes muchas veces se sienten desprotegidos y muy temerosos de ser víctimas de algún hecho de inseguridad deben saber que no son pocos los bellos seres que, aunque muchas veces no los veamos, cuidan como nadie de nuestra barriada.
Es el caso de este simpático felino quien, en los momentos en los que no se encuentra durmiendo plácidamente como el gasto feliz que es, está observando detenidamente todo lo que pasa fuera de su hogar y advirtiendo, con reiterados maullidos, cuando algo imprevisto sucede en la calle. Claro que muchas veces se trata de cosas insignificantes que no revisten peligro alguno. No obstante, la mirada de un gato por la ventana intimida a cualquiera. Que todo el mundo lo sepa, siempre hay ojos observándonos.