Adiós relativo para alguien que siempre nos acompañará

Por: Comisión por los Derechos Humanos

A los 93 años, falleció Hebe de Bonafini. En el Día de la Soberanía de la República Argentina, una mujer que encarnó como muy pocas personas el concepto de soberanía popular, enfrentando a los asesinos genocidas y los personeros civiles que dentro de nuestro país representaban (y siguen representando) intereses extranjeros, parece despedirse. En realidad, no podrá hacerlo, porque figuras de la talla de Hebe jamás abandonan la conciencia de una sociedad a la que contribuyó decisivamente a moldear en uno de sus mejores valores: la búsqueda incesante e inquebrantable de Verdad y Justicia, a partir del “deber de Memoria”.
Se llamaban Jorge Omar y Raúl Alfredo los hijos secuestrados, aquellos que la parieron como Madre de Plaza de Mayo, y la lanzaron a una lucha que jamás abandonó, en relación con el pasado familiar y de tantas otras familias rotas, pero también en conexión con el presente y el futuro de un país siempre demasiado desigual, jalonado con episodios de violaciones a los DDHH aún en democracia. Sin embargo, con el correr de los años y las décadas, muchas y muchos (millones, sin exagerar) llegamos a sentirnos hijas/os suyos. Sin querer queriendo, en base a su permanente cercanía con aquellos que más sufrían a lo largo y ancho del territorio nacional, Hebe se llenó de descendientes, capaces de compartir sus objetivos y anhelos…
Gracias, Hebe, por seguir estando con nosotrxs: mientras haya un/a ciudadano/a argentino/a que cultive la memoria del genocidio perpetrado por la última dictadura cívico-militar (y de otras violaciones a los derechos humanos) continuarás encabezando la resistencia contra el olvido y la impunidad, como lo hiciste hasta hoy.
COMISIÓN por los DERECHOS HUMANOS, Trenque Lauquen, 20 de noviembre de 2022.